«La literatura, como cualquier forma de arte, es la confesión de que la vida no basta». Fernando Pessoa«Nostalgia» es una palabra delicada, pero potente. En griego, «nostalgia» significa literalmente «dolor de una vieja herida». Es algo que se parece, de lejos, a la morriña. Como si uno pudiera ver la saudade, la ausencia, a su alrededor. Como sentirse envuelto, arrasado, por el frío húmedo del desconsuelo, de la magua. O algo que se le asemeja, pero que nadie todavía ha logrado definir por completo. Con palabras de Cesare Pavese: «Se llama nostalgia, y sirve para recordarnos que, por suerte, también somos frágiles».Podría pensarse que los nueve relatos del libro están basados en hechos reales, como suele advertirse para promocionar las películas y dar así más verosimilitud a las historias. Aunque quizá sea preferible aceptar la verdad de las mentiras como sólida consistencia literaria, y comprender a su vez la definición de Joan Brossa sobre la poesía visual: «El poema es un truco de magia ante el que las personas inteligentes se dejan engañar». Los relatos lo son también.