Salomón Ibn Gabirol (1022-1069), filósofo y uno de los más insignes autores de poesía sagrada nacido en Málaga y formado en la taifa de Zaragoza, consiguió armonizar en su excepcional obra el pensamiento neoplatónico y los postulados aristotélicos en el concepto de hilemorfismo universal, que recoge <i>La Fuente de la Vida</i>, escrita en árabe y traducido al hebreo y, en el siglo XII, al latín y al castellano. En el esquema filosófico de Ibn Gabirol, el ser humano ocupa una posición intermedia desde la que puede elevarse hasta la Voluntad por medio de su esfuerzo intelectual y de un proceso de perfección adecuado. Para ello, el filósofo judío malagueño escribió, también en árabe, su <i>Corrección de los caracteres</i>, que es la propedéutica necesaria para ese perfeccionamiento ascendente. Casi olvidado por sus contemporáneos, el pensamiento de Ibn Gabirol tendría una gran acogida por parte de los escolásticos agustinianos a pesar del rechazo de los filósofos tomistas, y su legado intelectual acabaría propagándose por toda la Europa medieval, donde sería conocido como Avicebrón o Avincebrol.