"Un inocente nos cuenta su infancia en los ochenta. Se podrﾃｭa decir que este inocente es hijo de la generaciﾃｳn de los pﾃｭcaros. Cuenta su vida por medio de una novela grﾃ｡fica, El hijo del legionario, escrita y dibujada en la primera persona de Aitor Saraiba. No solo tiene el valor del dibujo. Saraiba atesora el don de la narraciﾃｳn literaria. Su historia arranca asﾃｭ: "Nacﾃｭ en Talavera de la Reina en 1983, el 1 de junio, mi padre cumple los aﾃｱos el mismo dﾃｭa, durante aﾃｱos esto es lo ﾃｺnico que hemos compartido. Talavera tiene muchos barrios, el mﾃｭo es Patrocinio de San Josﾃｩ, y no, no es lo mismo ser de Talavera que ser de Patro". Los vaivenes de la infancia y la juventud de Aitor no estﾃ｡n movidos por su espﾃｭritu aventurero sino por los desastres sentimentales y econﾃｳmicos de sus padres. Cﾃｳmo el arte le ayuda a escapar de un destino incierto, a salir del armario y a perdonar al rudo legionario es algo que planea durante toda esta emocionante historia. Con quﾃｩ pocas palabras se puede contar la complejidad de una vida que aﾃｺn ha de dar mucho de sﾃｭ, pero que empezﾃｳ de la peor manera". -Elvira Lindo
