En 1983, el ciclismo español se encontraba en un coma profundo: la secreta lÃnea de continuidad que llevaba de Trueba a Fuente y Ocaña, pasando por Berrendero, Ruiz, Loroño, Bahamontes o Jiménez, se habÃa roto.
Con la retirada del conquense y del asturiano, con la decadencia del legendario Kas, con la ausencia cada vez más notable de ciclistas hispanos en las carreteras del Tour, una de las tradiciones más ricas de este deporte se habÃa quebrado. Evidentemente, hubo excepciones. Pero, en general, todo era un páramo. Un larguÃsimo túnel del cual Pedro Delgado salió como una centella. Esta es la historia de un ciclista diferente, de una figura irrepetible, carismática, imperfecta y genial. Es la semblanza de un momento en la historia de España, de un instante en el que todo un paÃs aspira a imaginarse otro, en el que tantas personas se dejaron seducir por un deportista de sonrisa fácil y gesto carismático. Una leyenda.
